
Xerox Corp. anunció que su presidenta Anne M. Mulcahy dejará la supervisión diaria de la compañía a la que ayudó a recuperar, retirándose el 1 de julio y siendo reemplazada en la presidencia ejecutiva por su mano derecha Ursula M. Burns.
Mulcahy, de 56 años, continuará al frente de la junta directiva de la empresa. La ejecutiva asumió la presidencia ejecutiva hace seis años, cuando el fabricante de fotocopiadoras e impresoras pasaba apuros luego de una serie de pérdidas trimestrales, reducciones en su participación de mercado y una investigación sobre las prácticas contables de la empresa.
Burns era vista por muchos como la heredera al trono de Xerox desde su elección como vicepresidente en 2007. Un portavoz de Xerox dijo que Mulcahy "había preparado a Xerox para el momento en que ella escogiera retirarse".
Actualmente, la compañía está siendo afectada por la expansión global de los problemas económicos, así como por la debilidad de dólar, ya que recibe la mayor parte de sus ingresos del extranjero. Xerox dijo a finales del año pasado que recortaría 3.000 empleos para reducir costos.
Xerox fabrica impresoras tanto para oficinas como para producción a gran escala, pero obtiene la mayor parte de sus ventas de su negocio de servicios, que incluye contratos de mantenimiento, suministros de impresión e ingresos por alquileres.
"Liderar a Xerox ha sido un privilegio", dijo Mulcahy en un comunicado. "la decisión de seguir adelante sólo se hace fácil por el hecho de que Ursula Burns está tan bien posicionada para llevar a Xerox al próximo nivel. Nuestra estrategia es sólida y bien definida y pese a una difícil economía, estamos generando efectivo, fortaleciendo nuestra cadena de servicios y tecnología y a las puertas de un crecimiento constante y rentable en el futuro".
Mulcahy se unió a Xerox en 1976 como una representante de ventas, cuatro años antes que Burns entrara como practicante de ingeniería mecánica. La compañía dijo que la empresa no contempla nombrar a un nuevo vicepresidente en reemplazo de Burns.
Mulcahy, de 56 años, continuará al frente de la junta directiva de la empresa. La ejecutiva asumió la presidencia ejecutiva hace seis años, cuando el fabricante de fotocopiadoras e impresoras pasaba apuros luego de una serie de pérdidas trimestrales, reducciones en su participación de mercado y una investigación sobre las prácticas contables de la empresa.
Burns era vista por muchos como la heredera al trono de Xerox desde su elección como vicepresidente en 2007. Un portavoz de Xerox dijo que Mulcahy "había preparado a Xerox para el momento en que ella escogiera retirarse".
Actualmente, la compañía está siendo afectada por la expansión global de los problemas económicos, así como por la debilidad de dólar, ya que recibe la mayor parte de sus ingresos del extranjero. Xerox dijo a finales del año pasado que recortaría 3.000 empleos para reducir costos.
Xerox fabrica impresoras tanto para oficinas como para producción a gran escala, pero obtiene la mayor parte de sus ventas de su negocio de servicios, que incluye contratos de mantenimiento, suministros de impresión e ingresos por alquileres.
"Liderar a Xerox ha sido un privilegio", dijo Mulcahy en un comunicado. "la decisión de seguir adelante sólo se hace fácil por el hecho de que Ursula Burns está tan bien posicionada para llevar a Xerox al próximo nivel. Nuestra estrategia es sólida y bien definida y pese a una difícil economía, estamos generando efectivo, fortaleciendo nuestra cadena de servicios y tecnología y a las puertas de un crecimiento constante y rentable en el futuro".
Mulcahy se unió a Xerox en 1976 como una representante de ventas, cuatro años antes que Burns entrara como practicante de ingeniería mecánica. La compañía dijo que la empresa no contempla nombrar a un nuevo vicepresidente en reemplazo de Burns.
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