Descansen en paz.

Ante los atentados perpetrados en esta semana, no puedo por menos de manifestar mi dolor por los muertos, heridos y cuantiosos daños provocados.
Rechazo absolutamente la violencia, intrínsecamente perversa, manifestada en esta acción.

A los autores del atentado les digo: deponed ese modo tan vil de actuar, convertíos a Dios, dejad de hacer el mal, haced siempre el bien, que para eso nos ha creado.

Pido a Dios, solicitando la solidaridad de todos los creyentes, que cambie los corazones de quienes se dedican a hacer el mal, y a todos os pido no dejaros llevar por el pesimismo que pueden conllevar estos acontecimientos.