
Un apetito voraz de los inversionistas por deuda a corto plazo emitida por bancos de Estados Unidos y Europa, y la caída en la tasa interbancaria de Londres, o Libor, indican que los mercados de crédito para los bancos han mejorado. No obstante, aún hay mucho pendiente.
Los bancos usan el efectivo fresco para pagar deudas, o simplemente lo guardan. La acumulación de ese efectivo, sin embargo, puede obstaculizar los esfuerzos de los reguladores para que los fondos circulen hacia los prestatarios y los bancos que más lo necesitan.
En los últimos meses, la Libor ha caído de forma drástica, a medida que los inversionistas recuperan la confianza en el sistema financiero. El jueves, la Libor en dólares a tres meses se ubicaba en su nivel más bajo del que se tenga registro: 0,48313%, frente a 4,8175% durante el pico de la crisis en octubre.
En tanto, una medida de riesgo en el sistema bancario —la diferencia entre la Libor y la tasa de referencia prevista de la Reserva Federal de EE.UU. —se acerca a 0,25 puntos porcentuales, un nivel que el ex presidente de la Fed Alan Greenspan dijo que auguraría el fin de la crisis financiera. El hecho de que los banqueros centrales provean dinero barato ha reducido el valor de la Libor.
Puede ser que la Libor caiga aún más, algo positivo tanto para los bancos como para los prestatarios. La tasa es una referencia para préstamos interbancarios, de tarjetas de crédito e hipotecas. Sin embargo, su descenso podría no ser una señal de que los bancos han restablecido la confianza en sus pares sino de que los programas de emergencia de los bancos centrales han estabilizado los mercados que sostienen el sistema financiero global.
Los bancos usan el efectivo fresco para pagar deudas, o simplemente lo guardan. La acumulación de ese efectivo, sin embargo, puede obstaculizar los esfuerzos de los reguladores para que los fondos circulen hacia los prestatarios y los bancos que más lo necesitan.
En los últimos meses, la Libor ha caído de forma drástica, a medida que los inversionistas recuperan la confianza en el sistema financiero. El jueves, la Libor en dólares a tres meses se ubicaba en su nivel más bajo del que se tenga registro: 0,48313%, frente a 4,8175% durante el pico de la crisis en octubre.
En tanto, una medida de riesgo en el sistema bancario —la diferencia entre la Libor y la tasa de referencia prevista de la Reserva Federal de EE.UU. —se acerca a 0,25 puntos porcentuales, un nivel que el ex presidente de la Fed Alan Greenspan dijo que auguraría el fin de la crisis financiera. El hecho de que los banqueros centrales provean dinero barato ha reducido el valor de la Libor.
Puede ser que la Libor caiga aún más, algo positivo tanto para los bancos como para los prestatarios. La tasa es una referencia para préstamos interbancarios, de tarjetas de crédito e hipotecas. Sin embargo, su descenso podría no ser una señal de que los bancos han restablecido la confianza en sus pares sino de que los programas de emergencia de los bancos centrales han estabilizado los mercados que sostienen el sistema financiero global.

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