
En Gran Bretaña, la escasez de crédito allana el camino para los prestamistas depredadores.
LONDRES
LONDRES
Durante el auge económico de Gran Bretaña, el crédito fácil llevó a Eduardo Ireneo a acumular 1.750 libras (US$2.848) en deuda bancaria. Pero cuando la economía se desplomó en 2007, los bancos cortaron su flujo de préstamos y él acudió a un usurero, una fuente de crédito ilícita que está ganando adeptos.
El caso de Ireneo deja al descubierto un renacimiento de los prestamistas ilegales, personajes que sacan provecho en momentos en que los ingresos de las personas disminuyen y se cierran los canales de préstamo legítimos. En el caso de Ireneo, que trabaja en un hogar de ancianos en Londres, los problemas financieros lo condujeron a un usurero que le cobró un asombroso interés de 60%.
"Vemos un gran aumento en la cantidad de gente que hace denuncias", dice Alan Evans, del Equipo de Préstamos Ilegales del Sudoeste, una agencia establecida por el Departamento de Innovación y Aptitudes Empresariales del gobierno británico para ocuparse específicamente de la cantidad cada vez mayor de préstamos ilegales.
Las consultas al departamento de Evans aumentaron de una por semana cuando su equipo empezó a operar en marzo de 2008 a 10 por semana este año. Desde una oficina en el centro de Bristol que por razones de seguridad está reforzada con acero y cubierta por cámaras de video, Evans estima que alrededor de 80% de los casos se relacionan con la crisis financiera.
En un informe reciente, el centro de estudios británico New Local Government Network afirmó que prevé que la cantidad de personas con deudas con usureros aumente a más de 200.000 en Gran Bretaña este año, frente a 165.000 en 2006. Una confluencia de endeudamiento, pobreza y la menor disponibilidad de préstamos para personas sin historial de crédito crean las condiciones en las que muchos acuden a "fuentes corruptas", señala el informe.
Los usureros experimentan un auge desde Estados Unidos a Malasia, donde hace poco la policía lanzó un arremetida contra los llamados grupos au Lang. "Durante una época como esta, los prestamistas depredadores tienen la ventaja", afirmó Brian Gurski, quien ayuda a educar a comunidades locales sobre prácticas de negocios básicas en la Facultad Comunitaria LaGuardia en Nueva York.
Sin embargo, quizás ningún país del mundo haya tenido una mayor adicción a la deuda que Gran Bretaña. Para fines de 2008, la familia británica promedio tenía una relación de deuda-ingresos de 180% comparado con 140% para la familia estadounidense promedio, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Esta situación tiene consecuencias nefastas para el Reino Unido. La cantidad de insolvencias individuales en Inglaterra y Gales subió en el segundo trimestre un 30% frente al mismo lapso de 2008, a 33.073, el mayor nivel desde que comenzaron a compilarse los datos en 1960.
En tanto, el sobreapalancado sector bancario de Gran Bretaña se ha apartado de cualquier individuo o empresa que dé señales de riesgo crediticio. La Asociación de Banqueros Británicos afirmó que los préstamos a los consumidores siguen siendo bajos. Los prestamistas que solían ofrecer crédito a personas con malos antecedentes de crédito han quebrado o se han retirado de este mercado durante la crisis.
Para algunos, eso significa que la única alternativa es un usurero.
Según su testimonio en la corte, Ireneo acudió a un usurero en el sur de Londres en abril de 2007. Un amigo le presentó a Greg De Guzmán, otro filipino que había inmigrado a Gran Bretaña. Le daría a Ireneo 1.500 libras a cambio de 1.950 que serían pagadas a lo largo de seis meses, un acuerdo que implicaba un interés anual del 60%. Ireneo firmó el papel pero nunca recibió una copia, dijo ante la corte en junio.Tras realizar varios pagos de 325 libras, llamó a De Guzmán en octubre de 2007 para decirle que necesitaba reducir sus pagos mensuales. De Guzmán accedió y le dijo que podría pagar 100 por mes durante 13 meses adicionales.
Ireneo siguió con los pagos y en junio de 2008 dijo que quería cancelar su deuda. Pero De Guzmán le informó que aún debía 1.950 libras, ya que lo que había pagado hasta entonces eran sólo intereses, según dijo Ireneo ante la corte. No fue posible ubicar a Ireneo. Poco después, De Guzmán fue arrestado. En julio fue condenado por realizar préstamos ilegales y lavado de dinero, y fue sentenciado a 16 meses en prisión. En total, prestó unas 120.000 libras a 67 personas, según una agencia gubernamental establecida para combatir los préstamos ilegales.
La recesión también amplió el perfil de quienes recurren a los usureros, según el gobierno británico. Mientras antes un prestatario típico era una madre soltera que vivía del seguro de desempleo, afirman las autoridades, ahora empresarios de clase media también recurren a prestamistas sin licencia.
El caso de Ireneo deja al descubierto un renacimiento de los prestamistas ilegales, personajes que sacan provecho en momentos en que los ingresos de las personas disminuyen y se cierran los canales de préstamo legítimos. En el caso de Ireneo, que trabaja en un hogar de ancianos en Londres, los problemas financieros lo condujeron a un usurero que le cobró un asombroso interés de 60%.
"Vemos un gran aumento en la cantidad de gente que hace denuncias", dice Alan Evans, del Equipo de Préstamos Ilegales del Sudoeste, una agencia establecida por el Departamento de Innovación y Aptitudes Empresariales del gobierno británico para ocuparse específicamente de la cantidad cada vez mayor de préstamos ilegales.
Las consultas al departamento de Evans aumentaron de una por semana cuando su equipo empezó a operar en marzo de 2008 a 10 por semana este año. Desde una oficina en el centro de Bristol que por razones de seguridad está reforzada con acero y cubierta por cámaras de video, Evans estima que alrededor de 80% de los casos se relacionan con la crisis financiera.
En un informe reciente, el centro de estudios británico New Local Government Network afirmó que prevé que la cantidad de personas con deudas con usureros aumente a más de 200.000 en Gran Bretaña este año, frente a 165.000 en 2006. Una confluencia de endeudamiento, pobreza y la menor disponibilidad de préstamos para personas sin historial de crédito crean las condiciones en las que muchos acuden a "fuentes corruptas", señala el informe.
Los usureros experimentan un auge desde Estados Unidos a Malasia, donde hace poco la policía lanzó un arremetida contra los llamados grupos au Lang. "Durante una época como esta, los prestamistas depredadores tienen la ventaja", afirmó Brian Gurski, quien ayuda a educar a comunidades locales sobre prácticas de negocios básicas en la Facultad Comunitaria LaGuardia en Nueva York.
Sin embargo, quizás ningún país del mundo haya tenido una mayor adicción a la deuda que Gran Bretaña. Para fines de 2008, la familia británica promedio tenía una relación de deuda-ingresos de 180% comparado con 140% para la familia estadounidense promedio, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Esta situación tiene consecuencias nefastas para el Reino Unido. La cantidad de insolvencias individuales en Inglaterra y Gales subió en el segundo trimestre un 30% frente al mismo lapso de 2008, a 33.073, el mayor nivel desde que comenzaron a compilarse los datos en 1960.
En tanto, el sobreapalancado sector bancario de Gran Bretaña se ha apartado de cualquier individuo o empresa que dé señales de riesgo crediticio. La Asociación de Banqueros Británicos afirmó que los préstamos a los consumidores siguen siendo bajos. Los prestamistas que solían ofrecer crédito a personas con malos antecedentes de crédito han quebrado o se han retirado de este mercado durante la crisis.
Para algunos, eso significa que la única alternativa es un usurero.
Según su testimonio en la corte, Ireneo acudió a un usurero en el sur de Londres en abril de 2007. Un amigo le presentó a Greg De Guzmán, otro filipino que había inmigrado a Gran Bretaña. Le daría a Ireneo 1.500 libras a cambio de 1.950 que serían pagadas a lo largo de seis meses, un acuerdo que implicaba un interés anual del 60%. Ireneo firmó el papel pero nunca recibió una copia, dijo ante la corte en junio.Tras realizar varios pagos de 325 libras, llamó a De Guzmán en octubre de 2007 para decirle que necesitaba reducir sus pagos mensuales. De Guzmán accedió y le dijo que podría pagar 100 por mes durante 13 meses adicionales.
Ireneo siguió con los pagos y en junio de 2008 dijo que quería cancelar su deuda. Pero De Guzmán le informó que aún debía 1.950 libras, ya que lo que había pagado hasta entonces eran sólo intereses, según dijo Ireneo ante la corte. No fue posible ubicar a Ireneo. Poco después, De Guzmán fue arrestado. En julio fue condenado por realizar préstamos ilegales y lavado de dinero, y fue sentenciado a 16 meses en prisión. En total, prestó unas 120.000 libras a 67 personas, según una agencia gubernamental establecida para combatir los préstamos ilegales.
La recesión también amplió el perfil de quienes recurren a los usureros, según el gobierno británico. Mientras antes un prestatario típico era una madre soltera que vivía del seguro de desempleo, afirman las autoridades, ahora empresarios de clase media también recurren a prestamistas sin licencia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario