ATENAS,(EUROPA PRESS)
El Parlamento griego ha aprobado el nuevo paquete de medidas de ajuste presentado por el Gobierno de Yorgos Papandreu y que había sido exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea para desbloquear el siguiente tramo de ayudas financieras en el marco del plan de rescate del país heleno, que evitaría así declararse en suspensión de pagos.
A pesar de que el partido de Papandreu, el socialista PASOK, contaba con una escasa, aunque suficiente, mayoría en la cámara, con 155 de los 300 diputados, el escaso margen de ésta, la negativa de la oposición a sumarse al plan y la creciente presión de la opinión pública del país, que ha vivido una nueva huelga general coincidiendo con las deliberaciones parlamentarias que desembocó en incidentes violentos, hacían temer por la capacidad del Ejecutivo heleno de sacar adelante la propuesta.
Sin embargo, cuando se cumplía prácticamente media hora del comienzo de la votación, prevista inicialmente para las 12.00 horas de Atenas y que fue retrasada en dos ocasiones, hasta comenzar a las 15.45 horas (local), el proyecto de ajustes recibía ya el respaldo de los 151 diputados necesarios para sacar a delante el paquete de medidas a pesar del voto contrario del socialista Panagiotis Kouroublis, que ha sido expulsado del PASOK por este motivo.
Este nuevo paquete de medidas de austeridad contempla nuevos recortes en el gasto público y subidas de impuestos, con los que Atenas pretende mejorar en más de 28.000 millones la recaudación hasta 2015, un incremento que alcanzaría los 78.000 millones al sumar los ingresos previstos por el agresivo programa de privatizaciones anunciado, que ronda los 50.000 millones.
En concreto, el Ejecutivo griego pretende obtener 15.000 millones de euros mediante la privatización de empresas públicas en los dos próximos años, cifra que se incrementaría en 35.000 millones adicionales con nuevas privatizaciones hasta 2015.
Así, el Gobierno heleno pretende vender participaciones en las compañías estatales de telefonía, juegos de azar, gestión aeroportuaria y electricidad.
En este sentido, el diario griego "To Vima" señalaba que la aplicación de este nuevo plan de austeridad puede suponer para los hogares griegos una carga adicional de 2.795 euros anuales, equivalente a los ingresos mensuales de una familia media en Grecia, lo que podría amenazar la recuperación de la economía del país, que lleva tres años en recesión y que se espera que su PIB en 2011 retroceda otro 3,8%, mientras su deuda pública, la más alta de la UE, alcanzará un récord del 166% en 2012.
La aprobación de este nuevo plan de ajuste había sido la condición impuesta por la "troika" para desbloquear la ayuda de emergencia de 12.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos en verano.
Además, los líderes europeos habían prometido a los griegos, si daban su visto bueno al programa, un nuevo rescate de 100.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades de financiación del país hasta 2014.
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Sólo uno de los diputados socialistas mantuvo finalmente su oposición al nuevo programa de ajustes
ATENAS, 29 (EUROPA PRESS)
El Parlamento griego ha aprobado por 155 a favor y 138 en contra el nuevo paquete de medidas de ajuste presentado por el Gobierno de Yorgos Papandreu y que había sido exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea para desbloquear el siguiente tramo de ayudas financieras en el marco del plan de rescate del país heleno, que evitaría así declararse en suspensión de pagos.
A pesar de que el partido de Papandreu, el socialista PASOK, contaba con una escasa, aunque suficiente, mayoría en la cámara, con 155 de los 300 diputados, el escaso margen de ésta, la negativa de la oposición a sumarse al plan y la creciente presión de la opinión pública del país, que ha vivido una nueva huelga general coincidiendo con las deliberaciones parlamentarias que desembocó en incidentes violentos frente al Parlamento durante todo el día, hacían temer por la capacidad del Ejecutivo heleno de sacar adelante la propuesta.
Finalmente, 155 diputados votaron a favor de los recortes, mientras 138 votaron en contra y se contabilizaron 5 abstenciones, mientras que dos diputados no estuvieron presentes en la votación. No obstante, cuando se cumplía prácticamente media hora del comienzo de la votación, que los diputados realizaron oralmente y uno por uno, el proyecto de ajustes recibía ya el respaldo de los 151 diputados necesarios para sacar a delante el paquete de medidas.
De hecho, finalmente únicamente uno solo de los tres socialistas "rebeldes" que habían expresado su oposición al nuevo plan de ajustes cumplió su amenaza, tras lo que ha sido expulsado del PASOK, mientras que la propuesta del Gobierno recibió el respaldo de un miembro de la oposición.
Tras lograr este miércoles la aprobación del Parlamento al conjunto del programa de ajustes, Papandreu deberá someter mañana a una nueva votación los detalles del plan de ajuste, que cuenta de plazo por parte de sus socios europeos hasta el próximo 3 de julio para ser promulgado y desbloquear así la concesión del nuevo tramo de ayudas por importe de 12.000 millones de euros.
Grecia debe hacer frente a vencimientos de deuda por importe de más de 12.000 millones de euros hasta finales del próximo mes de agosto, por lo que de no recibir esas ayudas Atenas se hubiera visto forzada a declarar la bancarrota del país.
En este sentido, el gobernador del Banco Central griego, George Provopoulos, había advertido en declaraciones al diario "Financial Times" de que un "no" del Parlamento hubiera sido un "suicidio" para Grecia.
78.000 MILLONES ENTRE RECORTES Y PRIVATIZACIONES.
Este nuevo paquete de medidas de austeridad contempla nuevos recortes en el gasto público y subidas de impuestos, con los que Atenas pretende mejorar en más de 28.000 millones la recaudación hasta 2015, un incremento que alcanzaría los 78.000 millones al sumar los ingresos previstos por el agresivo programa de privatizaciones anunciado, que ronda los 50.000 millones.
En concreto, el Ejecutivo griego pretende obtener 15.000 millones de euros mediante la privatización de empresas públicas en los dos próximos años, cifra que se incrementaría en 35.000 millones adicionales con nuevas privatizaciones hasta 2015.
Así, el Gobierno heleno pretende vender participaciones en las compañías estatales de telefonía, juegos de azar, gestión aeroportuaria y electricidad.
En este sentido, el diario griego "To Vima" señalaba que la aplicación de este nuevo plan de austeridad puede suponer para los hogares griegos una carga adicional de 2.795 euros anuales, equivalente a los ingresos mensuales de una familia media en Grecia, lo que podría amenazar la recuperación de la economía del país, que lleva tres años en recesión y que se espera que su PIB en 2011 retroceda otro 3,8%, mientras su deuda pública, la más alta de la UE, alcanzará un récord del 166% en 2012.
La aprobación de este nuevo plan de ajuste había sido la condición impuesta por la "troika" para desbloquear la ayuda de emergencia de 12.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos en verano.
Además, los líderes europeos habían prometido a los griegos, si daban su visto bueno al programa, un nuevo rescate de 100.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades de financiación del país hasta 2014.
DISTURBIOS EN ATENAS.
Desde primeras horas de este miércoles, la Policía griega ha mantenido enfrentamientos con manifestantes que intentaron impedir el acceso al Parlamento y cuyo dscontento crecía a medida que aumentaban los apoyos al plan de austeridad.
El país vive desde el martes una huelga de 48 horas convocada por los sindicatos en protesta por las medidas de recorte planteadas por el Gobierno de George Papandreou.
Ayer ya se habían producido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y jóvenes manifestantes en la plaza Syntagma, donde nuevamente se concentraron este miércoles miles de manifestantes a los que la Policía trató de dispersar con cargas y el lanzamiento de gases lacrimógenos después de que la multitud derribara las vallas metálicas instaladas frente al Parlamento, obligando a los agentes antidisturbios a replegarse.
Nueva York, 29 jun (EFECOM).- La crucial aprobación del plan de austeridad en Grecia que desbloquea la ayuda exterior y evita que el país entre en bancarrota consiguió hoy que el Dow Jones de Industriales, el principal índice de Wall Street, acumulara su mayor avance en tres días desde el pasado marzo.
Desde este lunes todas las miradas de los inversores neoyorquinos han estado en el país heleno, donde durante tres días el Parlamento debatía sobre un impopular programa de recortes, subidas de impuestos y privatizaciones por valor de 78.000 millones de euros (más de 112.000 millones de dólares), con el telón de fondo de violentas protestas en las calles del país.
A pesar de la presión popular, los inversores del parqué neoyorquino parecieron estar seguros desde que comenzó la semana que ese programa de austeridad sería aprobado, ya que el lunes el Dow Jones subió el 0,91 % y el martes el 1,21 % con las esperanzas puestas en la luz verde a ese plan.
Finalmente, ese optimismo se vio cumplido hoy cuando en una ajustada votación favorable de 155 de los 300 diputados que componen esa cámara se produjo la esperadísima aprobación de ese programa, que desbloquea la ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario internacional (FMI) para evitar la quiebra del país.
Así, Grecia podría recibir este mismo julio el quinto tramo crediticio del primer rescate, valorado en 12.000 millones de euros (unos 17.000 millones de dólares), mientras que en el seno de la UE también se está discutiendo un nuevo rescate para ese país, cifrado en unos 110.000 millones de euros (casi 159.000 millones de dólares), como el primero que recibió hace 13 meses por los países de la zona del euro y el FMI.
La aprobación del plan de austeridad produjo así un enorme alivio en las bolsas de todo el mundo, en especial a las europeas: Milán cerró con un avance del 2,11 %, Madrid del 2,08 %, París del 1,88 % y Fráncfort del 1,73 %, lo que influyó también sobre el parqué neoyorquino, que hacia la media sesión -hora en la que ya han cerrado las bolsas europeas- subía el 0,64 %.
Finalmente, el Dow Jones mantuvo esos ascensos y cerró con una ganancia del 0,6 % con la que acumuló su avance más pronunciado en tres días desde hacía tres meses. Así, el índice de referencia de la principal plaza financiera del mundo se afianzó sobre la cota de los 12.000 puntos al cerrar en las 12.261,42 unidades.
También registró su subida más pronunciada en tres días desde marzo el selectivo S&P 500, que ganó esta jornada el 0,83 %, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq ascendió el 0,41 % y acumuló sus mejores tres días desde diciembre.
Esos positivos números también se vieron favorecidos por los buenos datos sobre vivienda conocidos hoy en Estados Unidos, que se difundieron tan solo un día después de conocerse que los precios en las viviendas de las veinte mayores ciudades de este país subieron en abril por primera vez en ocho meses.
La noticia de esta jornada era que el índice de ventas pendientes de casas en EE.UU. subió un 8,2 % en mayo tras la caída del 11,3 % del mes anterior, según informó hoy la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces.
Por si esos datos no eran suficientes para motivar el ánimo comprador de la jornada, Bank of America dio a conocer antes del inicio de la sesión que ha alcanzado un acuerdo para pagar 8.500 millones de dólares a un grupo de grandes inversores por la comercialización de bonos respaldados por hipotecas de alto riesgo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos.
El pacto, que supone la mayor suma pagada hasta ahora por una compañía de servicios financieros, pone fin a una querella de nueve meses con 22 grandes inversores que tenían títulos respaldados por hipotecas valorados originalmente en 125.000 millones de dólares.
Ese acuerdo consiguió que el banco estadounidense liderase los avances del Dow Jones con una subida del 2,96 %, lo que impulsó al sector financiero en su conjunto, que ganó el 1,45 %, animado también por impresionantes avances como el del 11,31 % de MasterCard después de que la Reserva Federal de EE.UU. decidiera establecer un límite para las comisiones de los emisores de tarjetas de crédito de 21 centavos por compra, una cifra más elevada de lo previsto.
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