Si bien Trump, durante la carrera por la Casa Blanca de 2024, pidió aranceles universales del 10% al 20% sobre todas las importaciones, así como un impuesto del 60% sobre las importaciones chinas, hizo promesas específicas desde el primer día en este frente a fines de noviembre.
Trump dijo el 25 de noviembre que una de sus "muchas primeras órdenes ejecutivas" del 20 de enero llevará a aranceles del 25% a todas las importaciones de México y Canadá a menos que esos países lo ayuden a acabar con la inmigración ilegal a Estados Unidos, así como con la entrada de drogas ilegales como el fentanilo. Un impuesto de ese tipo probablemente afectaría a las acciones de los fabricantes de automóviles y las empresas de autopartes en particular, y sus acciones se vendieron el 26 de noviembre tras el anuncio de Trump. Los precios de los automóviles también podrían aumentar para los posibles compradores en Estados Unidos debido a esos aranceles, dado que incluso la mayoría de los vehículos "fabricados en Estados Unidos" tienen algunas piezas importadas.
El presidente electo pareció incluir el 25 de noviembre las importaciones chinas entre aquellas que enfrentarían aranceles desde el primer día, ya que dijo que China enfrentaría aranceles adicionales del 10% hasta que ese país dejara de contribuir al flujo de drogas ilegales hacia los EEUU. Tales aranceles podrían afectar en particular a la industria de semiconductores y afectar a cualquier estadounidense que compre productos electrónicos
Sin duda, no está del todo claro hasta qué punto Trump es una táctica de negociación. Es posible que los países se enfrenten a una fecha límite para actuar en determinadas cuestiones con el fin de evitar los aranceles.
Trump dijo el 25 de noviembre que una de sus "muchas primeras órdenes ejecutivas" del 20 de enero llevará a aranceles del 25% a todas las importaciones de México y Canadá a menos que esos países lo ayuden a acabar con la inmigración ilegal a Estados Unidos, así como con la entrada de drogas ilegales como el fentanilo. Un impuesto de ese tipo probablemente afectaría a las acciones de los fabricantes de automóviles y las empresas de autopartes en particular, y sus acciones se vendieron el 26 de noviembre tras el anuncio de Trump. Los precios de los automóviles también podrían aumentar para los posibles compradores en Estados Unidos debido a esos aranceles, dado que incluso la mayoría de los vehículos "fabricados en Estados Unidos" tienen algunas piezas importadas.
El presidente electo pareció incluir el 25 de noviembre las importaciones chinas entre aquellas que enfrentarían aranceles desde el primer día, ya que dijo que China enfrentaría aranceles adicionales del 10% hasta que ese país dejara de contribuir al flujo de drogas ilegales hacia los EEUU. Tales aranceles podrían afectar en particular a la industria de semiconductores y afectar a cualquier estadounidense que compre productos electrónicos
Sin duda, no está del todo claro hasta qué punto Trump es una táctica de negociación. Es posible que los países se enfrenten a una fecha límite para actuar en determinadas cuestiones con el fin de evitar los aranceles.
Los partidarios de los aranceles, como la Coalición para una América Próspera , han dicho que son una “herramienta esencial para reconstruir la base industrial estadounidense, fomentar el crecimiento económico a largo plazo y reducir la dependencia de las importaciones extranjeras”
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