La confianza del consumidor confirmó su lectura de principios de mes y cayó por tercer mes consecutivo, desplomándose un 12% desde febrero. El índice de expectativas se desplomó un 18% y acumula una pérdida de más del 30% desde noviembre de 2024. La caída de este mes refleja un claro consenso entre todas las afiliaciones demográficas y políticas; los republicanos se unieron a los independientes y demócratas al expresar un empeoramiento de las expectativas desde febrero sobre sus finanzas personales, las condiciones empresariales, el desempleo y la inflación. Los consumidores siguen preocupados por la posible recesión en medio de la evolución de la política económica. Cabe destacar que dos tercios de los consumidores prevén un aumento del desempleo el próximo año, la cifra más alta desde 2009. Esta tendencia revela una vulnerabilidad clave para los consumidores, dado que la solidez de los mercados laborales y los ingresos ha sido la principal fuente de fortaleza que ha impulsado el gasto del consumidor en los últimos años.
Las expectativas de inflación para el año venidero subieron del 4,3% el mes pasado al 5,0% este mes, la cifra más alta desde noviembre de 2022, lo que marca tres meses consecutivos de aumentos inusualmente altos de 0,5 puntos porcentuales o más. El aumento de este mes se observó en las tres afiliaciones políticas. Las expectativas de inflación a largo plazo aumentaron del 3,5 % en febrero al 4,1 % en marzo, lo que refleja un fuerte aumento entre los independientes y un aumento considerable entre los republicanos. En este caso, al igual que con otras medidas de las Encuestas de Consumidores, las tendencias agregadas se basan en las opiniones de los independientes y se alinean estrechamente con ellas, por lo que no se ven afectadas por la polarización entre los dos partidos principales.
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