El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, bajo la presión de sus socios europeos, ha anunciado este domingo por la noche su intención de convocar un consejo de ministros extraordinario este mismo lunes para reformar el sistema de pensiones.
"Mañana [por este lunes] pienso convocar un consejo de ministros porque quiero aprovechar esta situación para ver si podemos hacer avanzar las medidas que no he logrado poner en marcha hasta ahora por las divergencias en el seno de la mayoría", ha declarado a la prensa tras la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, celebrada este domingo en Bruselas.
A continuación precisó que las medidas afectarían "sobre todo a las jubilaciones".
En sus declaraciones al final de la cumbre, Berlusconi insistió en que los fundamentes de la economía italiana son "muy sólidos".
Por ello, volvió a insistir en que hay una campaña de la prensa de izquierdas de Italia que, en su "guerra contra el Gobierno", se dedica a crear pesimismo sobre Italia que es reproducida por medios extranjeros.
Presión europea
Pero lo cierto es que en la cumbre de Bruselas, sus socios europeos han exigido al Cavaliere "medidas creíbles" y "grandes esfuerzos" para reducir su deuda, que supera ya los 1,91 billones de euros.
"Ningún país puede venir a reclamar solidaridad si antes no hace sus propios deberes", dijo el presidente galo, Nicolas Sarkozy, en clara alusión a Italia. Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron en privado con Berlusconi este domingo para pedirle que acelere las reformas económicas en su país para evitar un agravamiento de la crisis.
También el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, le pidió durante un desayuno mayores esfuerzos en la lucha contra el déficit y el endeudamiento.
Van Rompuy advirtió en un mensaje claramente referido a Italia que "algunos" dirigente europeos deberían "convencer de aquí al miércoles a sus colegas de que sus países ponen en marcha totalmente las medidas prometidas".
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