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The mathematician of the Complutense University of Madrid, José-Vidal Ruiz Varela, argues that Europe must raise its borrowing limit, leaving its deflationary policy.
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Cae la actividad en las cortes de bancarrotas en EE.UU.


Tras un auge en las cesasiones de pago, más empresas emiten y reestructuran deuda.
El auge de la bancarrota está cediendo; por ahora.
La crisis financiera creó uno de los períodos más graves para los procesos de protección por bancarrota en la historia de Estados Unidos, y
derrumbó a nombres de la talla de General Motors Corp.
Ahora, las filas en los tribunales de bancarrota están disminuyendo, a medida que las empresas que en su momento estuvieron a punto de incumplir sus deudas encuentran un respiro. Estas compañías ahora refinancian sus balances con deuda nueva, al renegociar el plazo para pagar préstamos existentes o al usar canjes de deuda en problemas para evitar acudirse a la protección por bancarrota.
Las empresas con calificación de crédito especulativo —o "chatarra"— han emitido cerca de US$123.000 millones en nuevos bonos en lo que va del año, frente a casi US$48.000 millones en todo 2008, según el proveedor de datos Dealogic. La cifra va en camino a superar el récord de 2006, cuando se emitieron más de US$143.000 millones, afirmaron analistas de Barclays Capital a fines de la semana pasada.
Muchos analistas temen que la ola de refinanciación está tan sólo postergando el dolor, sin solucionar de manera fundamental los problemas más severos de las empresas. Entre las empresas más débiles, alrededor de US$1,4 billones (millones de millones) en bonos y préstamos aún vencerán en los próximos cinco años, afirmó Dominic DiNapoli de FTI Consulting, una firma de consultoría de negocios.
En el punto más álgido de la crisis en enero, Moody's Investors Service predijo que hasta 16,4% de las empresa de EE.UU. con calificación chatarra habría caído en cesación de pagos en los últimos 12 meses. Algunos analistas afirmaron que la tasa de incumplimiento podría no alcanzar su pico hasta comienzos de 2010.
Ahora, Moody's prevé que la tasa de incumplimiento en EE.UU. alcance un máximo de 13,6% este mes y caiga a 4,4% dentro de un año. Sólo tres grandes empresas que cotizan en bolsa acudieron a las leyes de protección por bancarrota en septiembre. Seis lo hicieron en octubre, comparado con las 16 de marzo, según datos compilados por Lynn LoPucki, un profesor de derecho de la Universidad de California en Los Ángeles. LoPucki rastrea los movimientos de empresas que cotizan en bolsa con activos de más de US$261 millones.
En épocas normales, una alta emisión de deuda es una señal de vigor económico, ya que las empresas usan el dinero para expandirse. Pero hoy, la deuda nueva "es casi 100% para refinanciación", afirmó Richard Banziger de Citigroup Inc. durante un evento. "Desde esa perspectiva, es menos saludable".
A pesar de la tregua en los procesos de protección por bancarrota corporativa, ha habido señales en las últimas semanas de que el número de casos podrían volver a dispararse. Cinco grandes compañías ya acudieron a los tribunales de quiebra este mes.
Aún no está claro "cuánto tiempo permanecerá abierta la ventana" para que las empresas más débiles pidan prestado, afirmó el jefe de reestructuración de Barclays Capital, Mark Shapiro. "Hace seis meses, nadie pensaba que muchas de estas empresas pudieran acceder al mercado de altos retornos". Por ahora, señaló, les ayuda a muchas empresas a evitar "procesos en las cortes de bancarrotas que de otra forma habrían ocurrido el año próximo".
Las empresas en problemas se quedaron sin acceso a los mercados de crédito a comienzos de este año, cuando los inversionistas exigían retornos sobre bonos chatarra que excedían con frecuencia el 20%. Ahora, los retornos promedio están más cerca de 10%, según el Índice Master II de Alto Rendimiento para EE.UU., de Merrill Lynch.
La Reserva Federal de EE.UU. ayudó a abrir este mercado al mantener las tasas de interés casi en cero. No obstante, si la política de tasas de interés del banco central cambiara, las empresas inundadas en deuda podrían tener dificultades para refinanciar sus miles de millones de dólares en obligaciones que están por vencerse.
De hecho, muchas de estas compañías que están en problemas y buscan más deuda fueron salvadas por el gobierno: al mantener los retornos tan bajos en valores seguros como los bonos del Tesoro de EE.UU., el gobierno obligó a los inversionistas a comprar valores más riesgosos, como bonos basura, si querían un rendimiento decente.
En abril, por ejemplo, los auditores plantearon dudas sobre si Blockbuster Inc. podía evitar un proceso de bancarrota. Pero en octubre, la cadena de alquiler de películas levantó US$675 millones con la venta de nuevos bonos para reducir sus obligaciones con bancos que se aproximaban. La empresa recaudó el doble de lo que buscaba originalmente.
Otras empresas —incluidos los operadores de casino Harrah's Entertainment Inc. y MGM Mirage y la constructora Beazer Homes Inc.— han recurrido a los mercados de crédito para refinanciar deuda existente tras meses de temores de que acudirían a las cortes de bancarrota.
Algunas han podido modificar y extender sus deudas. Ford Motor Co., que evitó la ayuda del gobierno gracias a US$24.000 millones en financiamiento que consiguió hace tres años, antes que los mercados de crédito colapsaran, acaba de pedirle a sus acreedores que extiendan su crédito lo más que puedan hasta noviembre de 2013.

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